EL MASÓN FRENTE AL ACOSO MORAL Y LOS MÉTODOS DE CONDICIONAMIENTO EMOCIONAL Y REFORMA DEL PENSAMIENTO.

AL.·.G.·.D.·.G.·.A.·.D.·.U.·.

EL MASÓN FRENTE AL ACOSO MORAL Y LOS MÉTODOS DE CONDICIONAMIENTO EMOCIONAL Y REFORMA DEL PENSAMIENTO.

TEMARIO.

I) INTRODUCCIÓN.

II) ACOSO MORAL.

III) SECTAS.

IV) NECESIDAD DE ACCIONES INSTITUCIONALES CONCRETAS.

V) EPÍLOGO.

EL MASÓN FRENTE AL ACOSO MORAL Y LOS MÉTODOS DE CONDICIONAMIENTO EMOCIONAL Y REFORMA DEL PENSAMIENTO.

I) INTRODUCCIÓN.

En esta oportunidad me referiré a dos temáticas de alto impacto negativo en la calidad de vida de las personas. Primero abordaré las prácticas de acoso moral y, luego, los procesos de condicionamiento emocional y reforma del pensamiento. Se trata de hechos que a pesar de ser moralmente repudiables se han ido extendiendo en las relaciones humanas y actualmente se presentan en escenarios de las más variadas naturalezas (Personales, familiares, educativos, laborales, religiosos, etc.). Por lo tanto, sería ingenioso o malintencionado negar que esas lamentables situaciones también han tenido lugar en el interior de las estructuras masónicas.

Los motivos que me han llevado a priorizar en la construcción de este blog el tratamiento de dichos asuntos por sobre otros temas mucho más representativos de la honorable actividad masónica han sido:

a) La destrucción del espíritu fraterno que irremediablemente causan las situaciones de acoso moral.

b) Los graves daños psicofísicos que sufren las personas que obtienen verdaderas “palizas psicológicas” en el interior de las sectas u otras organizaciones que utilizan sus mismos métodos de manipulación psicológica. (Consecuencias dañinas que en ocasiones terminan en la invalidez o el deceso de las víctimas).

c) La paradoja que genera el pensamiento que en la cuna del libre haya inescrupulosos con mandil operando con metodologías aptas para "modelar" personalidades o programar la forma de pensar de los HH.·. caídos en sus redes. Con el agravante que en estos casos las víctimas confían en sus victimarios, principalmente, por la fraternidad y la libertad que se destacan como valores primordiales en las relaciones masónicas normales.

Al respecto, considero insoslayable explicitar que el acoso moral y los métodos que utilizan las organizaciones sectarias producen hechos y ponen en marcha esquemas de funcionamiento que por antonomasia resultan contrarios a la esencia de la masonería. Y que, por fin, todo masón está obligado a hacer lo que razonablemente esté a su alcance para impedir que estas prácticas se materialicen o contribuyan a que cesen, si comenzaron.

Dentro de ese criterio resulta fundamental que todos los miembros de las estructuras masónicas estén al corriente de esos episodios inadmisibles, a fin de evitar que sean eventuales damnificados por dinámicas grupales ilegítimas y/o que colaboren voluntariamente en la concreción de conductas que atenten contra la libertad de pensamiento de sus HH.·..

Y, aunque en la masonería este tipo de casos resulten sumamente escasos, los episodios de coerción psicológica adquirieron suma trascendencia debido a la gravedad de las consecuencias negativas que producen en la vida de los hermanos afectados y al potencial desprestigio institucional que podría originar.

  

II) ACOSO MORAL.

En este desarrollo utilizo la expresión acoso moral con el significado que se le otorga en la siguiente definición:

<El acoso moral es una práctica ilegítima que tiene lugar ocasionalmente en las relaciones humanas y consiste en tratar a una persona de forma vejatoria o descalificadora, de manera habitual y prolongada en el tiempo, con la finalidad de desestabilizarla emocionalmente, forzarla a realizar determinadas conductas , causarle enfermedades psicosomáticas y/o aumentar las chances de que sufra accidentes o, simplemente, satisfacer el deseo insano de causarle sufrimiento al prójimo>.

La experiencia nos muestra que ese trato impropio y contrario a la fraternidad que debe imperar entre los seres humanos se presenta en todo tipo de vínculos interpersonales. Y que, lamentablemente, también se puede dar -y se ha dado- en grupos de personas que interactúan en logias masónicas.

Existen señales que nos alertarán si algo funciona mal en las relaciones entre miembros de una logia.

debían ser consideradas como verdaderas alarmas, entre otras, las siguientes conductas en perjuicio de algún hermano (o varios):

1°) En las tenidas el V.·. M.·., o el respectivo Vig.·., le acentuó la palabra sin permitirle terminar de efectuar sus aportes en Logia.

2°) Se critican encarnizadamente sus planchas y sin ningún espíritu constructivo. En algunos casos cuestiona su trabajo hasta el Vig.·. responsable de supervisarlo, corregirlo y autorizar su lectura en Logia.

3°) En los ágapes, cuando la víctima intenta participar en una conversación, se la ignora o se la interrumpe constantemente impidiéndosele intervenir en la charla en un plano de igualdad con el resto de los HH.·..

4°) Se le falta el respeto en los grupos virtuales y en las redes sociales. Se trata en ellos con vulgaridad temas que de alguna manera pueden herir la susceptibilidad de la víctima del acoso. O, directamente, se lo agravia mediante la acción coordinada de varios integrantes de estos grupos virtuales.

5°) Se le calumnia e injuria mediante perfiles falsos de Facebook y/oa través de spam emitido con cuentas de correo electrónico registradas con identidades igualmente ficticias.

6°)  Si la víctima profesa alguna religión teísta y revelada se mofan de su Dios, atacan sus creencias y difaman a los ministros de su culto. 

Y entre las causas que, eventualmente, podrían originar situaciones de acoso moral en las logias que figuran:

a) Cuando las luces de las mismas (o alguna de ellas) se definen en victimarios como consecuencia de tener perfiles psicológicos de tipo psicopático o sociopático.

b) Otra razón es que los dignatarios sean personas mediocres y envidiosas que no soporten tener que conducir a AApr.·. o CComp.·. con mayores capacidades intelectuales, morales y espirituales que ellos.

c) A veces son cuestiones ideológicas las que podrían derivar en casos de acoso moral, sea que se persiga modificar las creencias religiosas o las ideas políticas de algún miembro o se busque su alejamiento si se lo considerare "irrecuperable".

d) Además, puede suceder que los acosos morales estén vinculados a la política interna, por ejemplo, a los procesos eleccionarios. Puede ser mal visto que un H.·. haga campaña a favor de un candidato distinto al que apoya la logia.

e) También existen casos en que se busca presionar el acompañamiento de alguna resolución en el ámbito de los órganos de gobierno y/o de control.

f) Y muchas veces la excusa es "modelar" al H.·. que no presenta las características personales que los jerarcas desean o necesitan para usar en sus aviones.

g) Por último, habré de aclarar que no hago mención a las causas específicas de acoso que pueden tener lugar en las estructuras femeninas y mixtas en razón de considerarlas ajenas al objetivo de este trabajo.

La reducida casuística citada (tanto en cuanto a la forma que adoptan los acosos morales como respecto de las causas que los producen) sólo persigue una finalidad ilustrativa y de ninguna manera se la debe interpretar como excluyente de las muchas otras posibilidades existentes.

El conocimiento de la figura del acoso moral requiere incorporar conocimientos teóricos y observar el mundo de las relaciones interpersonales con atención.

La temática que nos ocupa ha sido profundamente estudiada en los alrededores de la educación y del trabajo. En campos del quehacer humano dicha práctica es conocida con los anglicismos <Bullying> y <Mobbing> respectivamente. Y muchas de las conclusiones alcanzadas en esas actividades resultarían correspondientes a las agresiones psicológicas que podrían ocurrir en las estructuras masónicas.

Dada la amplitud del tema bajo análisis y que su tratamiento excedería la finalidad del presente, dejo libre al criterio de los HH.·. la búsqueda y elección del material que vayan a emplear para incrementar sus conocimientos sobre el acoso moral en las relaciones interpersonales.

Pues, entonces, por mi parte reiteraré que para todo masón es ineludible dominar esta grave problemática y tener siempre presente que el valor y la capacitación son dos piezas infaltables en todo verdadero hombre libre de buenas costumbres. Y tendré por cumplido el objetivo de este trabajo si sirve para motivar a los HH.·. a adentrarse en el estudio de este tema sustancial de las relaciones humanas.

III) SECTAS.

La Jonhson Foundations Winspread Conference Center, reunida en 1985 en Racine, Wisconsin, EE. UU., ha definido el concepto secta del siguiente modo[1]:

<“Movimientos totalitarios, caracterizados por la adscripción de personas totalmente dependientes de las ideas de un líder, que pueden presentarse bajo las formas de identidad religiosa, asociación cultural, centro científico o terapéutico; que utilizan las técnicas de control mental y de persuasión coercitiva, para que todos los miembros dependan de la dinámica del grupo y pierdan su estructura y su idea de pensamiento individual a favor de la idea colectiva, abandonando su entorno familiar y social, creándose muchas veces un fenómeno de epidemia psíquica”>

En un comienzo el fenómeno de las sectas se asociaba con actividades pseudo-religiosas que se desarrollaban en lugares lejanos y en torno a gurúes de tipo espiritual y generalmente de características estrafalarias.

Hoy en día la coerción psicológica dirigida a menoscabar la libertad de las personas y sacar provecho de ello se haya presente en los alrededores más variados.

Mientras escribo estas líneas irrumpen en mi memoria los casos de algunas “prestigiosas” Escuelas de Negocios, que tras las fachadas de Institutos Universitarios escondían departamentos “externos” de capacitación de grandes corporaciones; las que asociados bajo figuras académicas reducían costos y se alejaban de las indignidades que cometían en sus aulas.

Me refiero en concreto a los programas MBA que se valían de los mismos métodos de manipulación que las sectas, vale decir, que utilizaban procesos de condicionamiento emocional y reforma del pensamiento formar para “autómatas” o “Yesman”, que luego eran destinados a las redes de inteligencia empresaria.

Dicho más coloquialmente formaban cuadros empresarios con el cerebro y el estómago necesario para cumplir de manera eficiente y sin cuestionamientos las órdenes que recibían. Todos "pibes" igualitos con el siguiente perfil: Gargantas profundas, profesionales exitosos,  técnicamente sólidos, conductas mundanas, formas de ser agradables y listos para lo que sus amos manden.

Las clases dominantes, con la desaprensión e impunidad que las caracterizan, aprovechan dichas estructuras institucionales de dominación psicológica para resolver situaciones familiares conflictivas. Vieron en los MBA una herramienta eficiente para dirigir las internas entre parientes que pujan por acceder a la dirección de los emporios familiares.

Así era frecuente que a esas maestrías asistieran hijos de grandes empresarios locales, más precisamente aquellos descendientes a los que se pretendía marginar de las aspiraciones sucesorias en los negocios familiares. Y allí se los programaba para que se sometieran “naturalmente” a las voluntades de los miembros elegidos por los paterfamilias para continuar en un futuro con las direcciones de sus respectivos holdings.

Otras situaciones curiosas las producían las personas que debían integrarse en  familias de las oligarquías vernáculas. Me refiero a los futuros cónyuges de miembros de poderosos clanes que, obviamente sin saberlo, ingresaban en los MBA para ser programados como condición previa e insoslayable para que se consintieran sus respectivos matrimonios. De modo que sólo eran admitidos en el seno familiar aquellos que daban acabadas muestras de sumisión y predisposición para reconocer como sus referentes a los líderes de sus nuevas familias.

Con ese panorama resulta lógico que no llamara la atención que durante los dos años que duraban los procesos de “modelados” de los participantes de los MBA estos pudieran sufrir ACV, infartos y accidentes. No hace falta explicar que a mayor dimensión ética mayor era el riesgo que afrontaban los asistentes a un buen número de las maestrías en administración de empresas que se dictaban. (Y que aun hoy conservan idénticos funcionamientos, siempre con la complicidad de las autoridades gubernamentales que siguen mirando para otro lado).

Lo cierto era que algunos pocos resistían, conservaban su independencia de criterio y eran expulsados ​​"por no haber alcanzado el rendimiento esperado", pagando los altos costos que su conducta divergente les demandaba. La mayoría egresaba con sus togas y prestos a capitalizar sus logros. Con el tiempo todos terminaron comprendiendo que algunas veces en el fracaso se esconde el éxito y en otras el fracaso está en el éxito.

Por último, sobre las maestrías descriptas, diré que los publicitados profesores "full time" de muchos MBA encuentran su razón de ser en las propias exigencias de las técnicas de lavado de cerebro que se utilizan y que estas personas antes de convertirse en victimarios fueron víctimas de las propias instituciones similares en las que "enseñan" o en otras de funcionamientos. (Yesmen formando Yesmen).

Y en el ámbito de la educación de grado existen solapados mecanismos mediante los cuales se tiran las redes sobre inexpertos estudiantes secundarios y sus poco informadas familias.

Los mismos suelen ser implementados por costosas universidades, tanto para aumentar su matrícula como para conseguir “la materia prima” necesaria para construir sus ejércitos de autómatas.

La trampa que armada, en general, funciona de la siguiente manera:

A alumnos egresados con altos promedios en escuelas secundarias radicadas fuera de la zona de influencia de la Universidad les ofrecen: Becas parciales de estudio, préstamos de honor instrumentados en contratos con cláusulas leoninas para el caso que se abandone la carrera e, incluso, subsidios para refrigerios y viáticos.

De este modo se nutren de un porcentaje de alumnos con alto nivel intelectual y alto rendimiento académico que, además, jamás habrían elegido esas universidades; tanto por razones económicas como por disponer de otras casas de estudios más próximas a sus domicilios.

Una vez que las víctimas están “adentro” durante la primera etapa del plan las cosas transcurren con normalidad, dejan que los alumnos inviertan tiempo y esfuerzo y sus ilusiones vayan creciendo.

De pronto, las cosas cambian y esos excelentes estudiantes “comienzan a fracasar”, al no alcanzar las notas que les exigen para los beneficios que reciben y les resultan imprescindibles para poder continuar con la carrera en esas universidades.

Los damnificados -todavía adolescentes- así son introducidos literalmente en un esquema de destrucción emocional que en el corto plazo los colocan en una posición de completa subordinación psicológica, frente a los miembros del plantel docente encargados de quebrarlos y convertirlos en profesionales con elevados conocimientos académicos pero sin pensamiento propio.

Por desgracia, estos jóvenes egresan con su libre albedrío afectado y, en consecuencia, impedidos de pasar sus acciones por un tamiz ético que les permita buscar el bien y alejarse del mal. Salen preparados para cumplir las misiones que se les asignan tanto en el ámbito privado como público y siempre a favor de los intereses de sus patrones psicológicos.

También encontraremos personas que han sido psicológicamente diseñadas en el campo del periodismo, de la justicia, de la inteligencia estatal, de las fuerzas armadas, del terrorismo, de la política, de la religión y de la educación, entre otras muchas esferas de actuación humana. Hasta sería posible citar casos de algunas organizaciones de comercialización de bienes y/o servicios que han "programado" a sus vendedores para incrementar sus utilidades.

Ante este panorama extendido de desaprensión por el similar, sería pueril pensar que la masonería está exenta de los peligros que terminaron posibilitando el avance de las dinámicas sectarias en otras múltiples actividades grupales. Además, ni a los más cándidos se les deberá pasar por alto que en las Órdenes Masónicas, como en cualquier estructura de poder, cuentan con sus propias redes de inteligencia.

Por lo tanto, deberemos estar prevenidos para conducirnos con la mayor prudencia frente a las redes internas de inteligencia y capacitados para enfrentar la posibilidad de que algunos masones inescrupulosos (o víctimas de una secta) tomen el control de logias, u otras estructuras masónicas, y les impriman un funcionamiento sectario.

Lo dicho implica poseer los conocimientos para detectar prontamente el uso de técnicas de coerción psicológica y evitar involucrarnos con esos grupos o abandonarlos con la premura del caso si hubiéramos ingresado inadvertidamente en alguno de ellos.

Y en lo que se refiere a las autoridades de las Ordenes, los saberes específicos sobre esta delicada materia les ayudarán a cumplir con sus obligaciones y evitar las eventuales mafias internas con capacidad para operar como sectas y ocasionarle así un inmenso daño a la masonería y a sus miembros.

En consecuencia, siguiendo a destacados estudiosos del tema, describiré a continuación las características que permiten reconocer a las sectas y enunciaré las operaciones que éstas efectúan habitualmente como parte de su modus operandi. 

A) Heinz Leymann: Si aplicamos a los procesos de lavado de cerebro las enseñanzas del prestigioso psicólogo alemán Heinz Leymann[2] avizoraremos que en estos ataques (en lo que se refiere a la víctima) se ejecutan de manera coordinada las siguientes acciones (o por lo menos varias de ellas):

Hechos y situaciones que suele sufrir la víctima de una secta.

1°) Se le limita su comunicación en el ámbito interno.

2°) Se la aleja de sus familiares y amigos.

3°) Se le restringe su vida social fuera de las actividades del grupo.

4°) Si los adeptos no viven en comunidad, se procura que el sujeto pasivo del proceso de captación mude su residencia a un sitio próximo al local de reuniones de la secta, a fin de favorecer las repeticiones de los contactos y el control de la persona.

5°) Se desprestigia su persona ante sus compañeros.

6°) Se desacredita su capacidad profesional, atribuyéndose sus éxitos, si los hubiere, a un tercero oa lo que hizo el grupo por él.

7°) Se la agota física y mentalmente.

8°) Se la exponen a fuertes cuotas de estrés que comprometen su capacidad de razonar.

9°) Se le impide expresar sus ideas y debatir.

10°) Se la obliga a aceptar la autoridad del líder como si fuera un ser superior; y no por el simple ejercicio de atribuciones emanadas de un determinado cargo como ocurre en las entidades legítimas.

11°) Se destruye su autoestima.

12°) Se le imputa poseer una personalidad soberbia y se lo acusa de estar siempre a la búsqueda de reconocimiento, lo que aseguran demuestra su falta de humildad.

13°) Se le aplica, de manera permanente, la técnica de Premios y Castigos.

14°) Se la somete a un "Bombardeo de amor" ante respuestas positivas a los estímulos.

15°) Se la somete a un “Bombardeo de críticas” ante respuestas negativas a los estímulos.

16°) Mediante el proceso de manipulación se le hace adherir a una suerte de “contrato psicológico” de pertenencia al grupo.

17°) Se invade su privacidad. Se la presiona duramente para que se desinhiba y haga públicos intimidades que destruyen su esfera privada.

18°) Se la carga de culpas y miedos.

19°) Se denigra toda su pauta de vida anterior.

20°) Se desechan sus conocimientos adquiridos en el exterior de la secta, por más valiosos que sean.

Por último, habré de señalar que mientras el acoso moral lo puede practicar una sola persona en los más variados alrededores, los procesos de condicionamiento emocional y reforma del pensamiento que se ejecutan en el interior de una secta requiere de un conjunto de individuos que "ataquen "a la víctima de forma conjunta, sincronizada y cumpliendo roles predeterminados.

B) Edgar Schein: El destacado psicólogo, escritor y consultor empresario Edgar Schein[3]explicó con sencillez la importancia que adquiere la presión de los pares en la dinámica grupal. Su enseñanza pone en evidencia el descomunal poder que alcanza el entorno en los procesos de condicionamiento emocional y reforma del pensamiento.

Al respecto, Schein elaboró ​​la siguiente secuencia:

Primer Paso: Si tú dices algo frente a otros, tú lo harás.

Segundo Paso: Una vez que tú lo haces, tú lo pensarás.

Tercer Paso: Una vez que tú lo piensas (en un entorno que tú no percibes que sea coercitivo), tú creerás que lo pensaste por ti mismo.

Y, sintetizando el proceso, así operan las sectas. Fuerzan el compromiso frente al grupo, presionan para que se cumplan las obligaciones asumidas y luego la víctima termina avalando lo hecho y creyendo que lo decidió por su cuenta.

C) Margaret Singer: La psicologa y escritora Margaret Singer[4]explicó que las sectas utilizan <un programa y seis condiciones> para obtener la Reforma Forzada del Pensamiento.

El programa fija tres objetivos básicos:

a) Desestabilizar el sentido de sí mismo (self) de una persona.

b) Hacer que la persona reinterprete profundamente la versión de la historia de su vida, cambie radicalmente su visión del mundo y acepte una nueva de la realidad.

c) Transformar a la persona en un agente que la organización pueda enviar a diferentes misiones.

Y el éxito del programa requiere de las siguientes seis condiciones:

1°) Mantener a la persona en desconocimiento de lo que está sucediendo y los cambios que existen a su alrededor. Que no sepa que hay una agenda con pasos o instrucciones para dominarla o cambiarla.

2°) Controlar el tiempo de la víctima y, si es posible, el entorno físico (contacto, información, etc.).

3°) Crear una sensación de pérdida de poder, de miedo y de dependencia.

4°) Manipular un sistema de gratificaciones, castigos y experiencias de modo tal de inhibir la conducta que refleje la personalidad y la identidad anterior.

5°) Manipular un sistema de gratificaciones, castigos y experiencias para promover la aceptación del sistema de creencias e ideología del grupo y forzar los modos de comportamiento aprobados por el grupo.

6°) Encerrar a la persona en un sistema lógico cerrado y una estructura autoritaria que no permite ser modificada excepto con la aprobación del líder o gracias a sus órdenes.

Por las mismas razones que fueron expuestas al final del punto anterior, dejo aquí librado al criterio de los HH.·. la búsqueda y elección de los contenidos que vayan a utilizar para profundizar sus conocimientos sobre el complejo entramado de las sectas.

Por último, ya riesgo de ser repetitivo, diré que a todo auténtico masón le es imprescindible conservar su integridad física, psíquica, moral y espiritual. Y que -para estabilizar a salvo de los ataques del entorno- el valor y el conocimiento le serán dos armas insustituibles.

IV) NECESIDAD DE ACCIONES INSTITUCIONALES CONCRETAS.

Para evitar o, al menos, disminuir los riesgos de acoso moral en las logias o que el funcionamiento de estas se distorsione al punto de transmutarlas en sectas, es imprescindible que la problemática sea asumida institucionalmente.

Si se trabaja preventivamente en la etapa simbólica -dificultándose esas graves desviaciones morales- se minimizarán las posibilidades de que se cometan hechos impropios, tanto en las logias como en los cuerpos restantes masónicos a los que los maestros masones eventualmente se incorporarán. (Capítulos, Consejos, Consistorios, etc.).

Entre las medidas que podrían adoptar las Órdenes Masónicas (Grandes Logias, Obediencias, Grandes Orientes, Grandes Prioratos, etc.) considero aquí las siguientes:

1°) Entregar a todo nuevo hermano, en la oportunidad de su iniciación, información escrita sobre Bullying y Moobing y, también, acerca de las dinámicas de grupo y los procesos interpersonales coercitivos que imponen las sectas.

2°) Remitir a todos los afiliados (mediante los medios de comunicación virtual disponibles) material de instrucción sobre las temáticas aludidas en el apartado precedente, junto a pronunciamientos de las respectivas Autoridades en los que se repudie expresamente toda práctica de condicionamiento emocional que cercene la libertad de pensamiento.

3°) Redactar un protocolo que indique los pasos a seguir en los supuestos en que se reciban denuncias o se detecten casos de acoso moral o de utilización de métodos de “lavado de cerebro” en una estructura masónica.

4°) Instruir a los VV.·. MM.·. para que en cada año masónico estas temáticas sean tratadas en algunas tenidas de sus logias y registrados los trabajos realizados en los respectivos libros de actas.

5°) Atribuirle formalmente al Gran Hospitalario la función de recibir los planteos de los HH.·. que versen sobre estos asuntos y, para los casos en que existan aparentes víctimas, asignarle la responsabilidad de propiciar las medidas conducentes para que reciban las prestaciones que puedan necesitar. Y, asimismo, imponerle al Gran Hospitalario la obligación de informar a la Máxima Autoridad de la Orden sobre toda presunta irregularidad que hubiere conocido a fin que se dé curso a los procesos disciplinarios pertinentes.

6°) Fijar reglamentariamente sanciones específicas y acordes a la gravedad de los hechos cometidos, para todos aquellos miembros que hubieren obtenido en el acoso moral contra un H.·. o desnaturalizado el funcionamiento de un Taller mediante el uso de técnicas de condicionamiento emocional y reforma del pensamiento.

Las acciones individuales -como la presente- serán como meros paliativos hasta tanto se den las respuestas institucionales que amerita la naturaleza y gravedad de las inconductas abordadas.

V) EPÍLOGO.

Cuesta creer que en la masonería, conocida mundialmente por la defensa a ultranza de sus valores centrales <LIBERTAD, IGUALDAD Y FRATERNIDAD> y por honrar su lema <CIENCIA, JUSTICIA Y TRABAJO>, haya que ocupar el tiempo y direccionar el esfuerzo para alertar sobre el daño que causa la existencia de traidores que pretenden controlar psicológicamente a quienes pueden querer, cuidar y respetar como hermanos. 

Más aun, porque la masonería se opone vigorosamente al uso de todo método que implique violencia, cualquier tipo de violencia, tanto física como psíquica.

Como fuere, nada justifica que vayamos por la vida con vocación de víctimas; sin afrontar el deber personal e indelegable de defender la condición de hombres libres con que Dios nos creó.

Y fue precisamente con la finalidad de contribuir al cumplimiento de tan trascendente obligación que agrupé en este trabajo los conocimientos mínimos e indispensables que debe poseer todo masón sobre las modalidades que suelen presentar el acoso moral y las mecánicas con que actúan las sectas para captar la voluntad de sus victimas.

Sólo los masones de fe, que vivan de manera virtuosa y reciban la gracia del Altísimo, lograrán comprender que la más importante de las Tres Grandes Luces de la Masonería aporta el mapa que deben seguir para transitar con seguridad el peligroso viaje de regreso a la Casa del Padre.

Y es, precisamente, el Libro Sagrado el que nos advierte:

“Más si, teniendo tú amonestado al malvado, no se convierte él de su maldad y de sus perversos caminos, él morirá en su iniquidad, pero tú habrás salvado tu alma” (Ezequiel 3:19) .

“Y si se apartare el justo de su justicia, cometiendo maldad, y poniéndole Yo una trampa delante de él cayese por no haberle tú amonestado, morirá en su pecado, y no se recordarán las obras buenas que hubiere hecho, pero Yo te demandaré a ti su sangre.” (Ezequiel 3:20).

Pues, entonces, si los hubiere, amonestemos a los malvados dedicados a manipular a sus HH.·., tomemos los recaudos necesarios para conservar nuestro libre albedrío y continuemos con nuestro trabajo en procura de regenerar nuestra naturaleza dañada.

Con lo dicho, sólo me resta invocar al G.·.A.·.D.·.U.·. y pedir su guia y proteccion:

<Señor ilumina a las autoridades de todas y cada una de las Obediencias existentes a lo largo ya lo ancho del planeta para que puedan ejercer responsablemente sus funciones y cumplir acabadamente con sus obligaciones. Asimismo, cuida a todos los HH.·. esparcidos sobre la faz de la tierra y no permitan que dentro de una estructura masónica algún ser humano pueda ser objeto de acoso moral o víctima de los peligros físicos, psíquicos, morales, espirituales y económicos que acechan a las víctimas de las sectas. Así mar.>

EN ESCUADRA CON DIOS Y LA PATRIA.

                             Endópecles.

                                                                                                                                            

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[1] Sectas en preguntas y respuestas. Lic. José María Baamonde, Ed. Bono.

[2] Heinz Leymann (1932/1999) Profesor y psiquiatra alemán nacionalizado sueco. Autor del best seller “Mobbing y terror psicológico en los lugares de trabajo (1990).

[3] Edgar H. Schein nació en Zúrich, Suiza el 5 de marzo de 1928. Se lo considera una autoridad en la materia de la psicología de las organizaciones y el padre del Desarrollo Organizacional.

[4]  Margaret Singer (1923/2003) Psicóloga y escritora estadounidense especializada en sectas.