jueves, 12 de mayo de 2016

NATURALISMO, RELATIVISMO, ABSOLUTISMO, TEOLOGÍA Y MASONERÍA.

LA VERDAD LLEGA INEXORABLEMENTE PARA TODOS.



AL.·.G.·.D.·.G.·.A.·.D.·.U.·.


NATURALISMO, RELATIVISMO, ABSOLUTISMO, TEOLOGÍA Y MASONERÍA.


TEMARIO.

 I) CONSIDERACIONES PRELIMINARES.

II) NATURALISMO FILOSÓFICO.

III) NATURALISMO ÉTICO (O SOCIOBIOLOGISMO).

IV) RELATIVISMO FILOSÓFICO (O SUBJETIVISMO).

V) RELATIVISMO MORAL.

VI) ABSOLUTISMO EPISTEMOLÓGICO (U OBJETIVISMO).

VII) UNIVERSALISMO MORAL (O ABSOLUTISMO MORAL).

VIII) EL MASÓN FRENTE AL NATURALISMO, EL RELATIVISMO Y EL ABSOLUTISMO.

IX) TEOLOGÍA.

X) TEOLOGÍA MORAL.

XI) RELATIVISMO Y MASONERÍA.

XII) EPÍLOGO.







NATURALISMO, RELATIVISMO, ABSOLUTISMO, TEOLOGÍA Y MASONERÍA.


I) CONSIDERACIONES PRELIMINARES

La masonería suele presentar a sus miembros como “hombres libres y de buenas costumbres que practican el librepensamiento” .

Esa descripción, teóricamente correcta, en una primera impresión puede al neófito a creer incorrectamente que los masones son sujetos que pueden adherir a las doctrinas que les vengan en ganas, sin que importen las posiciones que están reivindiquen ni las consecuencias que las mismas causen en la labor masónica y en el desarrollo humano.

Le ejercitó de ello, los masones que tan el auténtico Arte Real comulgan con corrientes de pensamiento compatibles con los Landmarks que fundamentan los límites de la masonería, con los objetivos que ésta fija y con el trabajo que se debe ejecutar para alcanzarlos.

Entre los mojones que delimitaron originalmente a la masonería especulativa, citaré aquí los tres Landmarks que marcan los requisitos que deben cumplir ineludiblemente quienes aspiran a ingresar a una logia auténticamente regular:

1°) Creer en un Ser Superior;

2°) Estar esperanzados en la inmortalidad del alma; y

3°) Ser varón libre de buenas costumbres.

Dichos requisitos son obligatorios y cobran sentido por la sencilla razón que las metas que la masonería regular y auténticamente proponen a sus miembros y los caminos que enseñan para alcanzarlas sólo resultan viables para quienes los cumplen y evolucionan a partir de ellos.

Los objetivos tradicionales de la masonería occidental han sido definidos, tanto en el plano natural como sobrenatural, y consisten en procurar:

A) La verdad objetiva;

B) La perfección humana. Es decir, regenerar nuestra naturaleza y lograr el más alto nivel de desarrollo humano mediante la divinización de ser. (La unión en este mundo -sin mezcla, ni confusión- del Espíritu Divino con el espíritu humano).

C) La salvación del alma para la eternidad; y

D)  El progreso de la humanidad mediante el buen ejemplo y la contribución a la superación de sus integrantes en la medida de las posibilidades de cada uno. Asumiendo que sólo constituyendo progreso  las mejoras objetivas que benefician a los seres humanos y, por ende, rechazando los cambios y las modernizaciones de la cultura que producirán menoscabos para la dignidad de las personas. 

Por lo tanto, las doctrinas que se contrapongan a los requisitos por los Landmarks citados o aquellos postulados impidan la consecución de las multas de la masonería y/o el aprovechamiento de los medios que últimamente para alcanzarlos, deben ser rechazadas de plano.

Dicha restricción obedece a razones de coherencia elemental, pues no sería lógico que alguien aceptara como válidos principios filosóficos enfrentados con los resultados que pretende conseguir mediante el trabajo masónico.

En consonancia expuesta con lo descrito seguidamente algunas escuelas filosóficas cuyo estudio será de utilidad para respondernos: ¿Qué líneas de pensamiento exige la labor masónica? y ¿Cuáles la entorpecen o, directamente, la imposibilitan?

También delinearé las distintas ramas que componen la disciplina teológica, destacando desde ya la utilidad que tienen en la búsqueda de las respuestas a los dilemas existenciales que enfrenta el ser humano.

 En concreto las corrientes de pensamiento que abordaré sucintamente a continuación son: El Naturalismo Filosófico y el Naturalismo Ético; el Relativismo Filosófico y el Relativismo Moral; el Absolutismo Epistemológico y el Universalismo Moral; la Teología Cristiana y la Teología Moral Cristiana. [1]


II) NATURALISMO FILOSÓFICO

El término naturalismo deriva del latín naturalis, que significa lo que está de acuerdo con la naturaleza (natura).

El naturalismo filosófico se inició en el siglo VII a. C. con Tales de Mileto y conservó su vigencia hasta el presente. Suele dividírselo en cuatro etapas o períodos, a saber: Naturalismo Griego, Renacentista, Moderno y Contemporáneo, etapa esta última en la que goza de una gran aceptación en vastos sectores de la población occidental.

Es un sistema filosófico en el cual todo se limita a las causas naturales. En él la materia física es lo único que existe y todo puede ser explicado en términos de materia y fenómeno físico.

De modo que para el naturalismo filosófico todo lo real es natural y viceversa, no existiendo otra realidad más allá de la naturaleza. Con lo cual el naturalismo niega la dualidad naturaleza-espíritu, ya que considera a éste como una forma especial de la primera y reductible a ella (comprendido en ella).

Al considerar a la naturaleza como la única realidad existente, esta forma de pensar excluye la posibilidad de que los elementos naturales coexistan con cualquier <agente, elemento o actividad sobrenatural>. De esta manera, por definición, el naturalismo sostiene una visión atea del mundo.

Para el naturalismo filosófico: “ el hombre es un ser totalmente radicado en sí mismo y que en sí mismo adquiere todo su sentido. La perfección del hombre -según esta posición- se encuentra en el mejoramiento de su propia naturaleza, no en la mutación de ella”. [2]

En síntesis, el naturalismo es un sistema filosófico que destaca a la naturaleza como causa creadora de todo lo que existe, sosteniendo que la naturaleza está formada por la totalidad de las realidades físicas existentes; de modo que es el principio único y absoluto de lo real.


III) NATURALISMO ÉTICO (O SOCIOBIOLOGISMO ÉTICO)

En el campo de la moral el naturalismo filosófico se expresa a través del denominado naturalismo ético, que se encuadra dentro de los principios generales de aquél.

En base a ellos el Naturalismo Ético se caracteriza por valorar el desempeño humano dentro de parámetros puramente físicos, explicándolo en función de las tendencias naturales espontáneas, es decir, de los intereses y el deseo que lo motivan.

Según la posición sostenida por el naturalismo ético, “LO MORAL en realidad NO EXISTE. Toda conducta supuestamente <moral> podría ser descrita como un tipo de conducta biológica compleja que caracteriza a los animales sociales, entre los que se incluyen al hombre. (El comportamiento social se entiende como un tipo de comportamiento biológico). Las conductas biológicas están especialmente determinadas por los genes (los animales no son "libres" o autónomos), y las conductas sociales añaden la determinación cultural. Ambas (conducta biológica y conducta social) están aparentemente dirigidas por ciertas multas o intereses invariables (la supervivencia del individuo, de la especie, del grupo social, la reproducción…). Lo que llamamos "moral" no sería distinto de esto, así que no hay, en realidad, nada que corresponda a lo "moral" (es decir: a una conducta libre o autónoma por la que el individuo escoge sus propias multas o intereses). A esta teoría negadora de lo moral se la suele llamar también SOCIOBIOLOGISMO ético”.[3]

En consecuencia,  “El naturalista ético afirma que “LO BUENO” ES LO QUE constatamos que, DE HECHO, DESEA LA GENTE (la ÉTICA no es diferente aquí de cualquier otra CIENCIA SOCIAL O NATURAL: describe hechos y generaliza a partir de ellos ciertas leyes ). El naturalista percibe, además, que lo que desea la gente es, en el fondo, LO MISMO QUE DESEAN EL RESTO DE LOS ANIMALES: acumular recursos, dominar a otros (o cooperar, si es más productivo), reproducirse, etc. En suma : tener exito en esta dura batalla que es la vida. Al fin y al cabo también somos animales, y lo “BUENO” no es sino LO QUE SATISFACE LOS INTERESES PROPIOS DE NUESTRA NATURALEZA ANIMAL.” [4]

En síntesis, el naturalismo degrada al ser humano y lo sitúa persiguiendo un absurdo espejismo de “Felicidad Animal”, que en modo alguno puede responder a la felicidad que le es propia al ser humano. La “Felicidad Humana” es un tipo de felicidad exclusiva de la persona humana cuyas causas y alcances físicos, morales y espirituales son determinados por su dignidad. Esta es la única felicidad que el hombre puede experimentar de acuerdo con su naturaleza, que lo diferencia y eleva el resto de las especies del reino animal.


IV) RELATIVISMO FILOSÓFICO (O SUBJETIVISMO)

El relativismo filosófico surgió en la antigüedad con los sofistas al comienzo del siglo V a. C..

Se elaboró ​​con una finalidad política, que fue la de crear una ideología que pudiera apuntalar los cambios impulsados ​​en la forma de gobierno de la polis griega; los que tuvieron lugar con la llegada al poder en Atenas de Clístenes, jefe de los Alcmeónidas y representante del partido democrático, en el año 508 a. C.. (Se pasó de una forma de gobierno aristocrática a una democrática).

Esta corriente de pensamiento, al igual que el naturalismo, mantiene su vigencia luego de haber atravesado etapas similares.

El relativismo contemporáneo goza de un enorme éxito debido a ser especialmente amistoso con la ignorancia. Se lleva de maravillas con la personalidad viciosa y la escasa formación de los sujetos vulgares. No hace falta inteligencia ni preparación, y ni siquiera conocer su existencia como doctrina filosófica, para ser un relativista de ley. Todas estas facilidades operan como un imán irresistible para las masas del mundo occidental que avanzan ensoberbecidas por el reconocimiento social que reciben las mendacidades que encierran sus “verdades”. 

Su actual apogeo es un agravio a las personas formadas, dado que el relativismo siempre fue descalificado en el ámbito filosófico por considerarlo una teoría absurda que impide -a quienes lo aceptan- acceder al conocimiento.

El relativismo filosófico sostiene la tesis de que existen tantas verdades como seres cognoscentes crean defender la verdad sobre un punto determinado.

Hay quienes afirman que fue  “Protágoras de Abdera el primer defensor del relativismo, reflejado en su sostenido <el hombre es la medida de todas las cosas: de las que son, en cuanto que son, y de las que no son, en cuanto que no hijo>" . [5]

El relativismo considera que la verdad depende de los factores físicos, psicológicos y culturales que influyen en los juicios que las personas se hacen sobre la realidad.

Ante la temática de la verdad, a lo largo de la historia, el relativismo filosófico o subjetivismo se ha enfrentado con el absolutismo epistemológico u objetivismo.

Este enfrentamiento de ideas consiste en que, como expusimos, el relativismo considera que la verdad depende o varía de acuerdo con el sujeto o grupo que la reivindica, mientras que el objetivismo, como veremos, defiende la idea de que la verdad es independiente de las personas o grupos que la declamen, sea en sentido coincidente o disidente.

Cabe aclarar que, por sí solo, no consuma la propuesta relativista el respetar las diferentes opiniones que existen sobre los mismos objetos, acontecimientos o situaciones, lo cual es propio de la tolerancia que debe prevalecer en la convivencia humana.

El relativismo recién cobra vida cuando frente a opiniones discrepantes sobre los mismos puntos de debate se sostiene que todas ellas son verdaderas si las personas que las expresan están convencidas de su certidumbre.

Así se llega a aseverar que pueden existir muchas verdades relativas acerca de los mismos hechos o cosas, tantas como personas crean tener un conocimiento verdadero de ellos.

En sentido general, con el término relativismo se hace también referencia a toda posición filosófica que niega la existencia de verdades absolutas, ya sea en el campo del conocimiento, de la moral o de la metafísica.

Es de señalar que las inconsistencias de esta teoría filosófica originan que sea bastante común encontrarnos con personas que adhieren a la posición relativista respecto a ciertos tipos de realidades (generalmente las morales) y sostienen ideas objetivistas con relación a otras (habitualmente en materia de ciencias duras ).

En síntesis, el relativismo nació como un recurso político para manipular a la turba de hace 2.500 años y aún hoy se lo continúa utilizando con eficiencia en idénticos menesteres.


V) RELATIVISMO MORAL

Entre los varios movimientos derivados del relativismo filosófico uno de los que más protagonismo disfruta en nuestros días es el relativismo moral.

Esta corriente sostiene  “… la creencia de que da igual valor, legitimidad, importancia y peso a todas las opiniones morales y éticas, con independencia de lo que expresan y de quién, cómo, cuándo y dónde lo expresan. Se trata de una igualación absoluta de toda opinión ética o moral entre las que se cree que no existe jerarquía posible. Todas son verdaderas y dignas de igual respeto.” [6]

Fundamenta su posición argumentando que  “…no es posible determinar ni de manera natural ni de manera racional -aceptable por todos los seres dotados de razón- lo que es moralmente correcto” . [7]

Entonces, según las ideas del relativismo moral, no existe ningún criterio externo y objetivo que permita calificar a las acciones humanas en categorías, tales como <bueno / malo>, <mejor / peor>, <justo / injusto>, <virtuoso / vicioso >; considerando que todas las opiniones y conductas tienen idéntico valor moral.

De modo que, para los relativistas morales,  “… las normas y preceptos morales -que regulan las relaciones entre los individuos en el seno de una comunidad- son siempre convencionales. Se aceptan por interés, por conveniencia y no tienen otra razón de ser que dicho interés y conveniencia”. [8]

“La consecuencia inmediata de esta doctrina es que ninguna actuación puede ser considerada <buena> o <mala> en sí misma. Todo depende del <parecer> o de la <opinión> (dóxa) de los sujetos particulares. Los individuos juzgan sobre lo bueno y lo malo en función de su modo de ser, de sus intereses o del proyecto que se traen entre manos. Es moralmente bueno lo que les parece moralmente bueno, más sólo durante el tiempo en que así les parece. Y no hay ninguna conducta que pueda ser considerada en sí misma censurable…” [9]

Así, pues, sostiene que la  “…virtud moral es inapelablemente un punto de vista subjetivo. Son los individuos o los grupos humanos los que, según las circunstancias y según su conveniencia, determinan lo que está <bien> y lo que está <mal>en cada caso”. [10]

“El siguiente texto del sofista Protágoras (481-401 a. C.) resume ejemplarmente esta doctrina: <Sobre lo justo y lo injusto, lo bueno y lo malo sostengo con toda firmeza que, por naturaleza, no hay nada que lo sea abundante , sino que es el parecer de la colectividad el que se hace verdadero cuando se formula y durante todo el tiempo que dura ese parecer>.” [11]

El relativismo moral, al igual que el relativismo filosófico, es empleado para manipular a las masas.

El poder global lo utiliza específicamente para imponer una falsa ética que legitime la ejecución de acciones políticas, económicas y sociales que privilegien sus intereses espurios frente al bien común.


VI) ABSOLUTISMO EPISTEMOLÓGICO (U OBJETIVISMO)

El Absolutismo Epistemológico, también conocido como Objetivismo, “es la tesis filosófica según la cual la verdad es una y la misma para todos los seres racionales y no depende de ningún factor físico, psicológico o cultural de las personas que la piensan.”[12]

“Lo cual no quiere decir que quienes defiendan ese punto de vista deban aceptar que ya de hecho hemos alcanzado dicha verdad objetiva. Se puede defender el objetivismo y a continuación mantener que el hombre aún no ha alcanzado el conocimiento.”[13] (de la verdad sobre el tema bajo análisis)

“Considera que la verdad es independiente de las personas que la piensan, que el hecho de que una proposición, teoría o creencia relativa al mundo sea verdadera no depende ni de los motivos psicológicos que pueda tener la persona o el grupo que la proponga, ni de los mecanismos o procesos que puedan estar presentes en nuestro cuerpo o nuestra mente cuando la alcanzamos, ni de los factores culturales, sociales o históricos que hayan podido influir para que alguien pueda pensar dicha proposición, teoría o creencia.”[14]

Los hechos son verdades absolutas y la ciencia tiene por misión develarlas, por eso es que la relativización de la verdad inhabilita el conocimiento científico al aniquilar su objeto. (La búsqueda de la verdad objetiva).

En la filosofía griega el representante más importante de la teoría objetivista fue Platón, quien criticó con dureza la prédica relativista de los Sofistas. También alertó sobre las consecuencias nefastas que esta corriente de pensamiento traía aparejadas para la vida moral y política del Estado y de la Sociedad.

En concordancia con su pensamiento objetivista, Platón sostuvo que desde el punto de vista ético y político únicamente la existencia de valores morales absolutos servía para llevar una vida buena y tener un desempeño moral respetable.

Asimismo, que era necesario poseer un marco de referencia absoluto para poder obrar con sabiduría tanto en lo privado como en lo público. (Parte final de la exposición del mito de la caverna en <La República>).

Desde el punto de vista de la epistemología (Parte de la filosofía que trata de los fundamentos y los métodos del conocimiento científico) ya Platón había hecho notar con crudeza que el relativismo impedía alcanzar una verdad objetiva y que con ello hacía imposible el conocimiento.

Desde la perspectiva de la lógica, en su obra Teetetos, Platón también destruyó los débiles argumentos relativistas.

Al respecto, se permitió ironizar sobre el fundador del relativismo cuando se preguntó: Si nadie es más hábil para discernir lo verdadero de lo falso y si todos los juicios son rectos y verdaderos ¿Cuál es el mérito de Protágoras para creerse con derecho a enseñar a los demás? Y ¿Qué justifica el pago de sus lecciones a tan alto precio? ¿Y nosotros, si fuéramos a su escuela no seríamos unos necios, puesto que cada uno tiene en sí mismo la medida de la verdad y de la sabiduría?

Con un ejemplo ilustraremos sobre la principal crítica que el objetivismo le hace al relativismo. Para éste cuando un creyente asegura que Dios existe debe reconocerse la sustentada como verdadera y cuando un ateo asevera que Dios no existe también se debe tener la negación por verdadera. Así se genera una situación absurda en la que dos proposiciones opuestas terminan siendo consideradas verdaderas, como consecuencia de hacer depender la verdad de las creencias subjetivas de las personas que la reivindican, con total independencia de la verdad objetiva resultado de la realidad. (La existencia o inexistencia de Dios)

En síntesis, el absolutismo epistemológico es la puerta que permite caminar al conocimiento a través de la búsqueda de la verdad objetiva.


VII) UNIVERSALISMO MORAL (O ABSOLUTISMO MORAL)

El universalismo moral o absolutismo moral, es una doctrina ética general entroncada en el Absolutismo Epistemológico.

Afirma que los mandatos y las normas morales son objetivos y alcanzan a la totalidad de las personas, tanto consideradas individualmente como en grupos o sociedades.

En consecuencia, sostiene la existencia de una verdad moral universal que resulta aplicable a cada cuestión moral concreta.

Este enfoque objetivo permite que frente a los casos particulares reales, antes de actuar, sea posible analizar los resultados previsibles a la luz de los conceptos: <bueno / malo>, <mejor / peor>, <justo / injusto>, <virtuoso / vicioso>, de modo que nos permite juzgar -de acuerdo con los criterios generales aplicables- cuál será el mayor bien o el menor mal posible que se deberá procurar en la situación concreta a resolver.

“En muchísimos campos se puede encontrar una diversidad de opiniones entre los diferentes pueblos, las distintas épocas y hasta entre filósofos. ¿Refuta esto la existencia de la verdad objetiva? En absoluto. La verdad de una proposición no depende de quiénes están de acuerdo con ella, sino sólo de si es conforme a la realidad.” [15]

“Aún en el caso de que todos los hombres compartieron una cierta opinión, ésta podría ser totalmente falsa; y el hecho de que muy pocos capten su verdad no cambia ni menoscaba su validez objetiva.” [dieciséis]

Por lo que,  “… es erróneo concluir que no existe una norma moral objetiva, que la bondad y la maldad moral son, en realidad, ilusiones o ficciones, o al menos, que es una ilusión su pretensión de validez objetiva.” [17]

“Así la norma ética objetiva se presenta ante nosotros como un presupuesto indispensable para superar toda diferencia de opiniones sobre la bondad o maldad moral de una actitud determinada.” [18]

El universalismo moral es una escuela que reúne entre sus seguidores a cristianos y ateos, al igual que a miembros de otras religiones y adherentes a otras ideologías.

Entre los impulsores de esta corriente se ha destacado el Barón de Holbach, Paul-Henri Dietrich (1723-1789), quien, en la era moderna, fue el primer filósofo que sostenía esta idea desde el ateísmo.

En la antigüedad el universalismo moral ya había sido defendido tanto por Sócrates como por Platón, aunque estos lo hacían desde una posición lejana del ateísmo de Dietrich.

De lo dicho se desprende que este último sostuvo un universalismo moral basado exclusivamente en la naturaleza y el raciocinio, negando la existencia de Dios y, en consecuencia, toda relación entre Éste y la determinación de la Ley Moral Natural, fuente de los valores que conforman la Verdad Moral Universal.

En el sentido indicado Dietrich ha argumentado que las reglas de los deberes humanos son enseñadas por la naturaleza a través del corazón de cada uno de sus hijos reunidos en una gran familia.

Asimismo, dicho autor sostuvo que las sociedades humanas serán felices cuando sus leyes sean extraídas de la naturaleza, dictadas por la razón, guiadas por el interés general y dirigidas a la equidad. Cuando los amos del mundo den ejemplo de virtudes reales a los pueblos, cuando la educación y la opinión pública inspiren estima por las virtudes verdaderas, desprecio por la inutilidad y horror por el mal.

Como ejemplos de virtudes universales exigibles -a todos los hombres y a todos los pueblos de todas las épocas- Dietrich ha señalado las siguientes: justicia, bondad, mansedumbre, sinceridad; entre otras virtudes que surgen de la Ley Moral Natural encargada de fijar objetivamente el bien y el mal.

Desde la perspectiva de la ética cristiana, a la “Ley Moral Natural” (Conciencia) se le debe agregar “La Ley Moral Prescripta” (Mandamientos) dados a conocer a los hombres mediante la verdad revelada en la Biblia.


VIII) EL MASÓN FRENTE AL NATURALISMO, EL RELATIVISMO Y EL ABSOLUTISMO.

Sin margen de duda: El masón debe adherir a aquellas doctrinas, búsquedas y procesos que sean aptos para ejecutar las tareas que exige el Arte Real. Está obligado a procurar la verdad objetiva, rechazando de plano las limitaciones que impone el <Naturalismo> al restringir el estudio de la realidad al mundo físico y el facilismo capcioso que ofrece el <Relativismo> al reivindicar las verdades subjetivas al margen de las comprobaciones científicas; por constituirse estas dos  teorías filosóficas en impedimentos insalvables para la obtención de los objetivos masónicos.


IX) TEOLOGÍA

La teología es una ciencia que resulta esencial para todo aquel que esté preocupado y ocupado en desarrollar su interioridad en línea con los designios del Altísimo.

Trataré aquí de explicar brevemente por qué es imprescindible aprender teología para alcanzar los objetivos que propuso la masonería occidental de tradición.

A) Teología, Dogma y Masonería.

A fin de evitar malas interpretaciones, y aunque pudiera parecer una obviedad, comenzaré por explicitar que cada persona libre y comprometida con su desarrollo personal debe tomar de los representantes de su Iglesia las prédicas religiosas, espirituales y morales que considere útiles para su mejoramiento como ser humano y desechar aquellas recomendaciones que estime contraproducentes para su vida, para la de su familia o para el buen desenvolvimiento de la comunidad. Aclarado este asunto paso a desarrollar los temas previstos para este acápite.

La teología en el ámbito masónico suele generar confusiones que hacen que muchos HH.·. rechacen su estudio por verla erróneamente como una disciplina dogmática opuesta al librepensamiento.

Precisaré, entonces, que ni siquiera la llamada Teología Dogmática (a pesar de su denominación) reivindica dogmas como tales o los establece, sino que ofrece los puntos de vista de los teólogos o estudiosos de la revelación.

Son las religiones las que convierten determinadas conclusiones teológicas en dogmas al hacerlas de aceptación obligatoria dentro de sus confesiones.

Habitualmente esos dogmas se encuentran expuestos en los catecismos y los credos de las distintas Iglesias. (Los que desde ya recomiendo ponderar y comparar con el mayor de los cuidados).

La cuestión de los dogmas merece un análisis prudente e imparcial que nos permita valorarlos en su justa medida, sin dejarnos manipular por la mala reputación que sectores antirreligiosos han construido en torno a ellos.

Un dogma no es sinónimo de error. Más allá de ser una imposición para quienes la aceptan como tal, un dogma será falso o cierto según refleje -o no- la realidad.

Por lo tanto, los librepensadores debemos rechazar los dogmas religiosos como obligatorios y aceptar o no su contenido según nuestra propia opinión, vale decir, validarlos o descartarlos con toda libertad. Y a fin de manejar responsablemente el libre albedrío con que Dios nos dotó, debemos ser plenamente conscientes que el hecho de ser un hombre libre no es una virtud en sí misma, sino una facultad que sólo produce frutos si actúa al servicio del bien y genera efectos beneficiosos concretos con las decisiones que se adoptan. De lo contrario, la libertad será un simple instrumento del mal causante de daños muchas veces graves e irreparables.

En otro sentido considero que los dogmas se han mostrado sumamente útiles para permitir la continuidad en el tiempo de las organizaciones religiosas tradicionales, las que sin ellos difícilmente habrían sobrevivido hasta nuestros días.

No nos olvidemos que las Iglesias se valen de los dogmas para brindar un servicio moral y espiritual de carácter predominantemente masivo, que beneficia a millones de creyentes de características heterodoxas y que, ante la falta de principios rígidos a seguir, en poco tiempo desaparecerían cualquier doctrina por mas sagrada que fuera.

Tampoco pasemos por alto que los dogmas de las religiones tradicionales son conclusiones morales y espirituales mucho más elevadas que las que pueden alcanzar por sí mismas la mayoría de las personas y que en muchas ocasiones abordan temáticas que jamás hemos puesto a analizar con detenimiento y profesionalidad .

Mucho menos, nos dejemos embaucar por las organizaciones humanas, masónicas o profanas, que reivindican el adogmatismo. No existe empresa en el mundo que no se valga de dogmas para ordenar su funcionamiento, aunque, claro está, los disimulan bajo otros nombres o simplemente no los dan a publicidad y los imponen por los hechos.

Así nos encontramos con Orientes masónicos dónde la realidad, la finalidad, el alcance y la utilidad de las instituciones religiosas se entienden perfectamente y se valora el trabajo que hacen las iglesias con inmensos contingentes humanos, que incluyen tanto a hombres buenos como malos, a personas inteligentes y sólidamente formadas como a seres humanos inmensamente ignorantes y llenos de limitaciones de todo tipo. Y, por ende, estas Órdenes verdaderamente masónicas ven con beneplácito que haya Organizaciones Religiosas capaces de ofrecer capacitación espiritual y moral en forma absolutamente gratuita, con el consiguiente espacio de pertenencia y contención que esto significa para los más vulnerables.

Y también debemos soportar otros Orientes, dominados por un mejunje de militantes ateos, agnósticos, deístas, satanistas, pro LGBT, feministas y de la New Age, entre otros, que han vaciado de contenido la figura del G.·. A.·. D.·. U .·. y se dedican a denostar a las Religiones, a las Iglesias, a sus Autoridades y a sus Fieles y, por supuesto, a agraviar y provocar a los Hermanos Masones creyentes en una fe monoteísta. Demás está decir que en gran parte de las Obediencias irregulares de orientación francesa y de las regulares controladas por impulsores de la irregularidad estas conductas responden a una solapada estrategia tendiente a imponer una masonería mixta y libre de profesos judíos, cristianos y musulmanes. Obviamente, en estructuras con esos comportamientos lo único que existe de masonería es el nombre que usurpan y las formalidades con que cubren su fraude.

Como marco fáctico insoslayable a la hora de interpretar las posturas opuestas de las Órdenes regulares y de las Obediencias irregulares y regulares colonizadas frente a las religiones, recordemos que la masonería se ocupa de hacer mejores a las buenas personas y sólo abre sus puertas a los hombres libres de buenas costumbres, que tengan una intelectualidad acorde con las expectativas de logro que ella fija, además de estar en condiciones de pagar regularmente las capitaciones, los ágapes fraternos y los demás costos relacionados con la afiliación masónica. (Es decir, la masonería es una actividad de elite que ponderada en términos porcentuales alcanza a un colectivo de personas insignificante)

Tal vez, los pseudo-masones antirreligiosos pretendan excluir del desarrollo espiritual y moral a los más desvalidos y prefieran “iniciados” en narcotráfico, robos, violaciones y asesinatos antes que jóvenes con sus mentes oscurecidas por los dogmas del CIC (Catecismo de la Iglesia Católica) o de cualquier otra religión.

Esos entornos confusos con abundantes dosis de manipulaciones -junto a otros motivos cuya exposición excede el objeto de este trabajo- han causado que un amplio número de HH.·. carezca de conocimientos teológicos, con las graves limitaciones que esto les trae aparejado para su crecimiento personal y masónico.

Por lo tanto, desde ya recomiendo dejar de lado los prejuicios y dar un lugar especial al estudio de la teología; aprendizaje imprescindible para todo afiliado masón que tenga pretensiones de practicar el verdadero Arte Real.

B) Definición y especialidades de la teología.

Hechas esas menciones preliminares paso a efectuar una sucinta descripción de la propuesta teológica.

La palabra Teología está compuesta por dos vocablos de origen griego: <theos> que significa Dios y <logía> que quiere decir estudio. Y, de acuerdo con su etimología, el término Teología se emplea para expresar <El estudio de Dios y de todo lo relacionado a Él>.

En consecuencia, la ciencia teológica comprende el estudio de las religiones que han formado parte de la historia del hombre desde el comienzo de la humanidad.

Por su parte, el Diccionario de la Real Academia Española define el vocablo <Teología> como: “Ciencia que trata de Dios y de sus atributos y perfecciones”.[19]

La Teología es un quehacer propio y exclusivo de la raza humana. Busca respuestas a interrogantes de naturaleza existencial que no se pueden dilucidar por medio de las ciencias naturales.

Debe su nacimiento a la necesidad de responder cuestionamientos irresolutos sobre aspectos trascendentes de nuestras vidas, tales como: ¿De dónde venimos? ¿Qué sentido tiene nuestra existencia? ¿Cómo habremos de aprovechar mejor nuestro tiempo en la tierra? ¿Qué papel juega Dios en nuestra felicidad? ¿Qué ocurre después de la muerte física?, entre otras preguntas que desvelan al hombre.

El término Teología fue acuñado por Platón y utilizado por primera vez en su obra “La República”, para referirse al entendimiento de lo divino a partir del uso del raciocinio.

Uno de los elementos más característicos de la Teología es la fe. Se cree en la existencia de Dios a pesar de carecerse del respaldo científico que lo demuestre. Y como fue expuesto al comienzo la masonería regular auténtica exige a sus afiliados creer en un Ser Superior y en la inmortalidad del alma, por lo que compromete la fe del aspirante, por lo menos, hasta esos niveles de creencia dogmática masónica.

Por lo que la Teología resulta un complemento inescindible de la auténtica masonería. Y en nada se contrapone con su espíritu fraterno toda vez que el estudio de Dios se puede abordar desde los enfoques dados por las diferentes religiones o desde una espiritualidad alejada de las mismas.

En este caso en concreto describiré la ciencia teológica desde una visión cristiana, en concordancia con mi fe en Cristo y privilegiando el hecho de que el cristianismo es la religión mayoritaria en Occidente.

De acuerdo con sus competencias específicas la teológica se divide en diferentes áreas de estudio, entre las que se encuentran las siguientes: Ascética, Mística, Dogmática, Positiva, Apologética, Escolástica, Natural, Práctica, Pastoral y Moral. (Los nombres o divisiones pueden variar según los autores)

Dadas la finalidad y el alcance previsto para este trabajo sólo me ocuparé de describir probablemente las teologías Dogmática, Natural, Ascética y Moral. (Las tres primeras en los apartados C), D) y E) siguientes y la cuarta y última en el próximo punto).

C)   Teología Dogmática. 

En la terminología técnica eclesiástica la teología dogmática significa el conocimiento de Dios bajo su propia razón de deidad, tal como nos lo da a conocer la divina revelación, procedente de Él y ordenada a Él.

“Ernest F. Kevan la define como:  la ciencia de Dios que se ha revelado a través de su palabra.” [20]

La teología dogmática es el estudio de la verdad revelada, de sus misterios y de sus consecuencias para la vida actual y futura.

Dicha tarea se suele llevar a cabo con el análisis racional de la revelación reconocida como tal.

Como anticipé en el apartado A) de este punto, ni la teología denominada dogmática es en verdad dogmática, porque cada teólogo primero, si le parece pertinente, acepta libremente la existencia de verdades reveladas y luego fija sus alcances, hace sus análisis y arriba a sus conclusiones. O, por el contrario, niega toda revelación y prosigue con el estudio de Dios mediante las demás ramas de la teología.

Desde una concepción cristiana el término Teología Dogmática implica la exposición metódica y estructurada del contenido de la fe cristiana, conforme la doctrina revelada por Cristo.

Más allá de la Santa Biblia, también se puede abordar la teología dogmática mediante el estudio de las “revelaciones” contenidas en los libros sagrados utilizados por otras religiones.

D) Teología Natural.

La teología natural es la ciencia que estudia a Dios como Ser Absoluto y Causa Primera de los entes en cuanto es accesible por la razón natural. Se distingue de la teología sobrenatural (teología dogmática) en que ésta parte de un plano metafísico (la revelación)

En otras palabras, la teología natural trata de Dios, de sus atributos y perfecciones a la luz de los principios de la razón, independientemente de las verdades reveladas que estudia la teología dogmática.

También podemos definir a la teología natural como la ciencia que se encarga del estudio de las características y propiedades de la divinidad y del resto de las entidades calificadas como divinas mediante la aplicación de técnicas propias de la filosofía.

Vale decir que la teología natural o racional es la que en sus especulaciones hace uso de la sola razón y cuyas verdades deben ser demostradas.

El cristianismo ha hecho un vasto desarrollo de la teología natural que se extiende desde los padres de la Iglesia hasta la actualidad. También cuentan con importantes desarrollos las demás religiones monoteístas.

E) Teología Ascética.

La Teología Ascética es la “Parte de la teología dogmática y moral que se refiere al ejercicio de las virtudes.[21]

“El nombre de ascética viene del griego (ejercicio, esfuerzo) y designa toda clase de ejercicio trabajoso que se refiera a la educación física o moral del hombre”.[22]

“Como la perfección cristiana requiere esfuerzos, que S. Pablo compara muy a su placer con los ejercicios de adiestramiento a que se sometían los púgiles para alcanzar la victoria, era muy natural designar con el nombre de ascesis a los esfuerzos del alma cristiana que lucha por conseguir la perfección, y así lo hicieron Clemente de Alejandría y Orígenes y, después de ellos, muchos Padres.”[23]

“No es, pues, de maravillar que se haya dado el nombre de ascética a la ciencia que trata de los esfuerzos que son necesarios para alcanzar la perfección cristiana.”[24]

“A pesar de esto, durante muchos siglos, el nombre que más se usaba para designar esta ciencia, fue el de Teología Mística (misterioso, secreto y especialmente secreto religioso) porque en ella se exponen los secretos de la perfección.” [25]

“Más tarde se usaron los dos nombres con el mismo significado; pero el uso reservó el de ascética para la parte de la ciencia espiritual que trata de los primeros grados de la perfección hasta llegar a los umbrales de la contemplación, y el nombre de mística para aquella otra que tiene por objeto el estudio de la contemplación y de la vía unitaria.” [26]

 La teología ascética también ha sido denominada de otras maneras:

“a) Llámasela la ciencia de los santos, y con razón; porque de los santos nos viene, que la vivieron aún más que la enseñaron, ya hacer santos mira, al decirnos en qué consiste la santidad, y cualidades son los medios por los que llegaremos a ella.” [27]

“b) Otros la llaman ciencia espiritual, porque forma gente de espíritu, hombres interiores, animados del espíritu de Dios.” [28]

“c) Porque es ciencia práctica, llámasela también el arte de la perfección, ya que es su fin conducir las almas a la perfección cristiana; y el arte de las artes, porque no hay arte más excelente que el de perfeccionar al alma en la vida más excelsa de todas, que es la sobrenatural.” [29]

Como complemento de lo expuesto, téngase presente que la “Santidad” que persigue el catolicismo romano a través de prácticas ascéticas y místicas es la misma que el catolicismo ortodoxo se denomina “theosis” y algunas corrientes protestantes y la masonería de tradición llaman “Divinización del Ser ”.

Todos aquellos masones que procuren construir su templo interior (regenerar su naturaleza dañada y hacer una morada digna para el Altísimo) deben asignarle al estudio de las Teologías Ascética y Mística una importancia fundamental, cualquiera sea la orientación religiosa por la que opten para su abordaje.


X) TEOLOGÍA MORAL

La Teología Moral se suele definir como:  <Aquella parte de la Teología que estudia los actos humanos, considerándolos en orden a su fin sobrenatural>.

Es la <Ciencia que trata de las aplicaciones de los principios de la teología dogmática o natural a las acciones humanas>.[30]

La Teología Moral ayuda al hombre a guiar sus actos y es, por tanto, una ciencia eminentemente práctica. En su vida terrena, que es un caminar hacia el cielo, el hombre necesita de esa orientación, con el fin de que su conducta se adecue a una norma objetiva que le indique lo que debe hacer y lo que debe evitar para alcanzar el fin al que ha sido destinado.[31]

Del análisis de la Teología Moral surge que:

a) Es parte de la Teología porque, como explica Santo Tomás de Aquino (cfr. S.Th., I, q. 2, prol.), se ocupa del movimiento de la criatura racional hacia Dios, siendo precisamente la Teología la ciencia que se dedica al estudio y conocimiento de Dios.[32]

b) Trata de los actos humanos realizados con conocimiento y libertad, que son los únicos a los que se les puede dar una valoración moral.[33]
  
c) Aborda los actos humanos en orden al fin sobrenatural. En eso se diferencia de una moralidad puramente humana o natural (lo que corresponde a la ética o filosofía moral). Se ocupa de los actos humanos en cuanto acercan o alejan al hombre de la consecución del fin sobrenatural eterno, la salvación de su alma.

De acuerdo con el análisis precedente podemos determinar cuatro elementos constitutivos de la Teología Moral:

1) El fundamento en que descansa (es decir, el motivo en el cual se apoya para prohibir o prescribir las acciones humanas) es de carácter inmutable: la Voluntad santa de Dios, guiada por su Sabiduría. [34]

“2) El fin que se propone con un mandato o con una prohibición: encaminar al hombre a la posesión eterna del bien infinito.”[35]

3) La obligación que impone establece el vínculo moral entre el mandato divino y la voluntad humana.

4) El salario con que remunera es “el premio eterno que merece quien cumple la Voluntad de Dios, o el castigo también eterno a que se hace acreedor quien la quebranta.”.[36]

Con lo dicho surge de inmediato dos interrogantes ¿Cuándo un acto es bueno o malo desde el punto de vista de la Teología Moral? Y ¿Un acto que sea moralmente bueno analizado desde su finalidad sobrenatural puede ser malo desde el punto de vista de la ética natural o humana?

A) ¿Cuándo un acto es bueno o malo desde el punto de vista de la Teología Moral?

Lo que determina si un acto es bueno o malo es si se ajusta -o no- a la Ley Moral. Vale decir, cuando los actos humanos se ordenan a su fin último.

La Ley Moral la integran: la Ley Moral Prescrita (los mandamientos) y la Ley Moral Natural (la conciencia).

En consecuencia, la rectitud de un acto surge de dos elementos: uno exterior al hombre, que es la Ley Moral dada por Dios, y otro interior, que es la Conciencia con que Dios dotó al ser humano.

Por lo que la bondad o la malicia de una acción u omisión queda determinada por su conformidad o disconformidad con ambas leyes.

La avenencia o desavenencia de un acto con la Ley Moral Prescrita constituye la bondad o la malicia <material> y la concordancia o discordancia en relación con la Ley Moral Natural determina la bondad o la malicia <formal> .

Por lo tanto, un acto humano puede ser bueno o malo en sentido material y formal, o ser bueno en sentido material y malo en sentido formal y viceversa o ser malo en ambos sentidos.

De modo que para que un acto sea moralmente aceptable debe ser bueno tanto en sentido material como formal. En otras palabras debe ser un acto no prohibido y ejecutado con la intención de hacer el bien o evitar el mal, en el caso concreto de que se trate.

Vamos ahora al tratamiento del segundo interrogante:

B) ¿Un acto que analizó desde su finalidad sobrenatural  sea moralmente bueno puede ser malo desde el punto de vista de la ética natural o humana?

Por supuesto que no. Dios no genera contradicciones. Los actos que se ajustan  en lo material y en lo formal a la consecución de los objetivos sobrenaturales que integran el plan divino son inexorablemente buenos en el ámbito de la ética natural. Y de igual forma los actos que se desvíen del cumplimiento de su finalidad sobrenatural serán ilícitos desde un enfoque moral natural objetivo.


XI) RELATIVISMO Y MASONERÍA.

Es suficiente un análisis elemental de las sociedades postmodernas para advertir que en occidente el gran vencedor ideológico del siglo XX y de lo que va del siglo XXI ha sido el relativismo filosófico y moral. Y en esta victoria se explica el deterioro ético y espiritual que ha experimentado gran parte de la humanidad.

Las dos principales causas de la imparable difusión de esa irracional ideología, a mí entender, han sido:

1°) Las plutocracias financieras asociadas, concentradoras del poder global, vienen difundiendo los postulados relativistas con todos los medios a su alcance. Utilizan la imposición de desvalores como poderosas armas para atacar las enseñanzas inculcadas por las religiones monoteístas, cuyas prédicas afectan sus intereses políticos y económicos. Estos ataques dañan inevitablemente a la masonería occidental, que fue construida sobre la Biblia y comparte en gran parte los valores resultantes de los Testamentos.

2°) Las premisas irracionales del relativismo resultaron irresistibles para la ignorancia de las masas. Así se dio con naturalidad que millones de necios en el mundo occidental acogieran con fervor la posibilidad de ver equiparados en mérito y valor sus insensatos pareceres con las opiniones de las personas más sabias y experimentadas en la búsqueda del bien.

Los resultados del accionar enceguecido por la codicia de los poderosos y del proceder oscurecido por la ignorancia de los vulgares saltan a la vista. Sus consecuencias son la mundanidad, la injusticia, la inmoralidad, la insensibilidad y la banalidad que nos rodea, sea cual fuera el ámbito en que nos desenvolvamos.

Ante ese panorama negro algún lector, probablemente, se habrá preguntado: ¿Qué pasó con aquella hermandad reorganizada especulativamente en 1717 por Anderson y Desaguliers, con la intención de reunir en fraternidad a aquellos hombres libres y de buenas costumbres que creyeran en Dios y estuvieran esperanzados en alcanzar la salvacion de sus almas?

Lamento que la respuesta que se deba dar sea tan contundente como desoladora.

El relativismo es una de las principales causas de las disputas y fracturas que viene afectando la masonería especulativa desde sus inicios.

El auge del relativismo en la actualidad, en lo que conocemos como “Periodo Posmoderno o Posmodernidad”, envenenó a la masonería, colocándola en un estado de gravedad tal que le obliga a luchar por su supervivencia mientras se prostituye su naturaleza, se degrada la calidad de sus miembros y se reduce su membresía a nivel mundial.

Al penetrar el poderoso tósigo relativista en su torrente sanguíneo, los órganos masónicos comenzaron a fallar e hicieron que su religiosidad se convirtiera en laicismo y éste derivara en un ateísmo antirreligioso proveniente del sector más ignaro e intolerante del bando de los incrédulos.

Así el tóxico absorbido hizo que el librepensamiento de muchos masones degenerara en opiniones vulgares, agresivas, intolerantes, fanáticas y sin relieve intelectual, ocasionando que la búsqueda de la verdad objetiva dejara su lugar a la aceptación de tantas verdades subjetivas como interesados en tener razón pudieran hallarse dentro de las Órdenes.

Por esas causas, muchas veces nos encontramos con que la pertenencia a una Hermandad Masónica termina siendo contraproducente para el desarrollo personal que debiera impulsar.

Para poner en contexto el efecto destructivo que ha tenido en los hechos el relativismo en la masonería agregaré seguidamente una descripción de lo que es y de lo que no es el auténtico Arte Real y cada H.·. la podrá comparar con la realidad que le toca vivir y sacar sus propias conclusiones.

"LA FRANCMASONERIA" [37]

La Francmasonería es una sociedad de voluntarios...

Es un sistema de conducta moral y de vida...

Enseña Reglas de Oro...

Se preocupa por hacer mejores a los hombres buenos...

Enseña moralidad a través del simbolismo...

Es de caracter religioso...

Enseña monoteísmo...

No es una religión ni una secta...

Está basado en la firme creencia de la Paternidad de Dios, la hermandad de los hombres y la inmortalidad del alma...

Usa rituales y ceremonias para instruir a sus miembros...

Los dogmas morales de la Francmasonería son principios éticos aceptados por todos los hombres rectos...

Enseña tolerancia para con las creencias de los demás y caridad hacia la humanidad...

Proclama orgullosamente que está formada por hombres unidos por medio del amor y el afecto fraternal...

Es universalmente aplicable a través de todo el mundo...

No es un seguro para beneficio de una parte de la sociedad...

No es una organización para obtener ganancias materiales...

No inculca a los hombres determinadas creencias religiosas o sectarias...

No se aprovecha de sus miembros para hacer negocios o para obtener favores políticos...

No es un foro para discutir temas decisivos...

No es una sociedad secreta y no oculta su existencia...

Enseña amor y ternura en el hogar, honestidad en los negocios y en las ocupaciones y cortesía en los contactos sociales...

Ayuda en la debilidad y el infortunio, consuela en la enfermedad y reconoce confianza en los hombres buenos...

Perdona a los penitentes, inculca el amor entre todos los hombres y reverencia al Ser Superior...




XII) EPÍLOGO.

Al comienzo de este trabajo expuse los objetivos originales planteados por la masonería occidental. (En el plano personal: Buscar la verdad absoluta y procurar la perfección humana (regenerar nuestra naturaleza y divinizar nuestro ser mediante la unión con Dios en este mundo) y salvar nuestra alma para la eternidad. Y en el plano social: Contribuir al mejoramiento de la humanidad, con el buen ejemplo y mediante una realización filantrópica acorde a nuestras posibilidades )

Luego planteé como interrogantes: ¿Qué corrientes de pensamiento imposibilitan la labor masónica? Y ¿Cuáles son los indispensables para su ejecución?

Para llegar a las respuestas buscadas, describí sintéticamente los lineamientos filosóficos y morales sostenidos por distintas corrientes de pensamiento ( naturalismo , relativismo o subjetivismo y absolutismo u objetivismo).

A partir del análisis de las propuestas de esas escuelas concluye en que el masón debe adherir a aquellas doctrinas útiles para buscar la verdad objetiva y, en consecuencia, desprenderse de las limitaciones que impone el naturalismo al manejar la realidad al mundo físico y del espejismo que ofrece el relativismo al reivindicar verdades subjetivas ajenas al razonamiento y cuidados de comprobación científica; considerando que la aceptación de cualquiera de estas dos teorías se constituye en un impedimento insalvable para la labor masónica.

Describí el objeto de la teología, expuse su importancia para el desarrollo humano y alerté sobre el gran número de HH.·. que carece de conocimientos en la materia. Atribuí esta deficiencia al accionar de las masonerías irregulares y regulares adulteradas que impulsan el naturalismo y el relativismo dentro de sus logias bajo el disfraz de un mendaz progresismo.

Por último, advertí sobre la importancia que tiene la teología en la formación masónica y expliqué la finalidad específica de ciertas ramas de la teología (dogmática, natural, ascética y moral).

Aquí, como cierre de este trazado, dejaré planteadas nueve afirmaciones sin más pretensión de que sirvan como disparadores de algunas reflexiones internas imprescindibles para la comprensión del camino masónico que hemos elegido:

1°) El vínculo de la teológica permite estrechar el con Dios, aumentando así las posibilidades de aprovechar sus gracias y alcanzar la divinización del ser y la salvación del alma.

2°) El ser humano está compuesto de cuerpo, alma y espíritu, lo que hace que los objetivos masónicos de perfección sólo sean alcanzables trabajando sobre las tres dimensiones de la persona. De modo que las pseudo-masonerías al interactuar exclusivamente con el mundo natural o físico impiden que se ejecute el verdadero Arte Real.

3°) El trabajo masónico sólo puede ser efectivo cuando el taller cuenta con un Egregor apto para la consecución de los objetivos propios del Arte Real.

4°) El monoteísmo es el único tipo de fe que posibilita una eventual consecución de los objetivos originales establecidos por la masonería occidental.

5°) El hecho de profesar una religión monoteísta ayuda a desarrollar nuestra interioridad ya alcanzar la unión con el Altísimo. La religión y la masonería son complementos valiosos y generadores de una potente sinergia.

6°) El genuino Arte Real opera como una Tercera Orden de Elite aconfesional, que califica para integrar, enriquecer y elevar cualquier religión monoteísta.

7°) La educación pública debe incluir espacios de instrucción moral, espiritual y religiosa. También sobre ateísmo, agnosticismo, filosofía y masonería. Todo dictado desde la más estricta neutralidad y valorado como partes importantes en la formación integral del ser humano.

8°) En la actualidad el Arte Real sólo se practica en unos pocos cuerpos masónicos.

9°) Hoy, ya avanzado el siglo XXI, los grandes enemigos de la masonería occidental auténtica son las estructuras liberales y los infiltrados y traidores que corrompen las Órdenes regulares. Estos se han aliado para demoler, unos desde afuera y otros desde adentro, la espiritualidad, los valores, los objetivos y los hitos que definen y dan vida al Arte Real.


EN ESCUADRA CON DIOS Y LA PATRIA.


                                 Endópecles.



[1]  A modo de ejemplo de la importancia de la teología en la formación masónica opté por utilizar uno de los enfoques cristianos, en razón de la fe que profeso y por ser la religión cristiana la más difundida en el mundo occidental. Los interesados ​​en profundizar el tema deben utilizar la perspectiva religiosa que estimen más adecuada de acuerdo con sus creencias.
[2] J. Barrio Gutiérrez.
Cortesía de Editorial Rial. Gran Enciclopedia Rial, 1991. http://mercaba.org/Rialp/N/naturalismo_filosofia.htm
[3]  Tomado de Filosofía para Cavernícolas.
http://filosofiacavernicolas.blogspot.com.ar/2012/05/lo-bueno-es-ser-natural-el-naturalismo.html
[4]  Ibídem.
[5]  Glosario de Filosofía.
http://www.webdianoia.com/glosario/display.php?action=view&id=263&from=action=search%7Cby=R
[6]  Tomado de Material Académico, Sección Ética, Relativismo Moral. leonardo birondilla mora
http://contrapeso.info/2009/relativismo_moral_definicion/
[7]  El relativismo moral. http://recursostic.educacion.es/secundaria/edad/4esoetica/quincena3/quincena3_contenidos_3.htm
[8]  Ibídem.
[9]  Ibídem.
[10]  Ibídem.
[11]  Ibídem.
[12]  http://www.e-torredebabel.com/Historia-de-la-filosofia/Filosofiagriega/Presocraticos/Objetivismo.htm
[13]  Ibídem.
[14]  Ibídem.
[15]  Dietrich von Hildebrand (1889-1977). Ética. ediciones encuentro. 1983
http://books.google.com.ar/books?id=m9f7ThvF6j4C&pg=PA113&lpg=PA113&dq=etica+objetiva&source=bl&ots=vbmbgRxZru&sig=md0GDDLqdWUboDoGdH _vXUn1hM4&hl=en&sa=X&ei= Y7tyUd69PJLw8ATA7IGYBw&ved=0CEkQ6AEwAjgK#v=onepage&q=etica%20objetiva&f=false
[16]  Ibídem.
[17]  Ibídem.
[18]  Ibídem.
[19]  http://www.rae.es/drae/srv/search?id=9S42XokhcDXX2tkbwMCW
[20]  http://definicion.de/teologia/
[21] Según el DRAE  http://lema.rae.es/drae/
[22]  Tanque Rey Parte 2
http://es.scribd.com/doc/10773508/Teologia-Ascetica-y-Mistica-2-Tanquerey
[23]  Ibídem.
[24]  Ibídem.
[25] Ibídem.
[26] Ibídem.
[27] Ibídem.
[28] Ibídem.
[29] Ibídem.
[30] Conforme el D. R. A. E. http://dle.rae.es/srv/fetch?id=ZVAt4Ig
[31] Síntesis y adaptación de material publicado por la Escuela Cima.
http://www.escuelacima.com/teologiamoral.html
[32] Ibídem.
[33] Ibídem.
[34] Tomado y adaptado del material publicado por la Escuela Cima. http://www.escuelacima.com/teologiamoral.html
[35] Citas extraídas del material publicado por la Escuela Cima. http://www.escuelacima.com/teologiamoral.html
[36] Ibídem.
[37 ]  Contenido tomado con fecha 10 de abril de 2016 de la página Web de una logia regular activa en el Oriente de Buenos Aires, la cual no individualizó a fin de evitar que se la pudiera relacionar incorrectamente con la línea editorial de este trazado. Como fue dicho en el encabezado de este blog el contenido del mismo no responde ni involucra a estructuras masónicas de ningún tipo y es responsabilidad exclusiva del editor







                                                                                          

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