https://www.youtube.com/watch?v=v5iSpAKTp0Y&t=19s
CONTENIDO ESCRITO DEL VIDEO N° 2 DEL CICLO DE CAPACITACIÓN ALTA DIRECCIÓN Y ÉTICA PRÁCTICA.
Hola, de nuevo por acá.
Espero que estés bien.
Hoy te voy a hablar de cinco habilidades que poseen los líderes de élite y que son poco consideradas en los procesos de capacitación directiva.
Opté por abordar estas cinco aptitudes porque las mismas permiten ejercer la alta dirección desde una perspectiva amplia, que también contempla los propios intereses del directivo y de su familia.
Los dirigentes sobresalientes se desempeñarán con éxito en las siguientes tareas:
A) Ven sus espacios o nichos de ignorancia.
B) Saben qué hacer para capacitarse.
C) Priorizan su dimensión humana.
D) Asumen que el dinero bien manejado debe evitar problemas, no crearlos.
E) Resuelven de manera efectiva las decisiones condicionantes.
A continuación aportaré brevemente algunas citas, comentarios y definiciones que te permitirán entender mejor la gran importancia de esas cinco capacidades directivas.
La famosa frase de Sócrates “Sólo sé que no se nada” es un llamado a la humildad intelectual.
Su enseñanza, bien interpretada y honestamente empleada, es útil para crear conciencia de las limitaciones humanas.
Asimismo, sirve para exponer la necesidad de elegir bien los pocos conocimientos que podremos incorporar a lo largo de nuestra existencia.
Ya que vamos a aprender poco por lo menos que sea de calidad.
Lamentablemente, la máxima de Sócrates ha sido desnaturalizada. Malintencionados y tontos la interpretan literalmente.
Así, algunos sectores de la política la usan para reivindicar ignorantes y promocionar la ignorancia como un valor cultural dentro de las clases populares.
Huelga decir que un abordaje de la ignorancia desde una perspectiva política excede la finalidad de este ciclo de capacitación.
Más allá de la politización de la ignorancia, lo cierto es que la historia de la humanidad marca que el hombre siempre ignoró mucho más de lo que logró aprender.
Eso es lo normal. En todas las épocas fue así y lo seguirá siendo.
Ahora bien, desconocer algo recién se convierte en un grave problema cuando lo que ignoramos nos impide ser eficientes en alguna de las facetas trascendentes de nuestra vida.
Vale decir, cuando lo que desconocemos perjudica nuestro desempeño personal, familiar, social o profesional.
Vos no sos un ignorante porque desconoces millones de cosas.
Serás un ignorante si careces de los saberes necesarios para cumplir con tus obligaciones en cualquiera de los roles que estés desempeñando.
En esa aseveración está la clave. Los directivos de élite lo saben y hacen lo necesario para huir de la ignorancia.
Repasa todas las tareas y responsabilidades que recaen sobre ti, junto a las que prevés asumir en el futuro y aparecerán los conocimientos que necesitas.
A partir de ahí podrás planificar tu capacitación.
Si no eres un especialista en el tema te será difícil armar vos mismo un programa que cubra tus necesidades puntuales de capacitación.
Y también te resultará complicado encontrar un servicio de capacitación estándar que se ajuste en un cien por cien a los saberes específicos que quieras incorporar.
De modo que antes de elegir un medio para capacitarte es imprescindible que te asegures que el mismo te aportará la mejor relación costo / beneficio de acuerdo con tus requerimientos particulares.
Deberás lidiar con una oferta muy amplia y variada con precios y calidades muy diferentes.
Las más de las veces la solución a las necesidades de capacitación se encuentra en la combinación de distintos recursos formativos.
Estás en vos convertirte en un buscador que investigue y encuentre las fórmulas que más se adecuen a tus necesidades y preferencias.
A mí me dio buen resultado la sinergia que logré al mezclar los conocimientos adquiridos mediante el trabajo, con estudios de grado y posgrado, más el aprovechamiento de mentores e instructores a los que tuve acceso en ámbitos alternativos de enseñanza.
En ese último sentido, me fue de mucha utilidad haber asistido a los medios de formación de la Obra, más conocida como Opus Dei, y haber obtenido la maestría masónica.
Claro está que los tiempos cambian y las posibilidades disponibles también.
Comentar mi experiencia no significa que te esté proponiendo un esquema de capacitación similar.
Es sólo un ejemplo y no tiene otra finalidad que ilustrar sobre las muchas combinaciones que se pueden crear.
Todas las personas somos distintas y lo que le sirve a una no le es útil a otra o, tal vez, hasta le pueda resultar contraproducente.
Sin perjuicio de lo dicho, en materia de capacitación pongo en primer lugar las tareas autodidactas. Creo más en el aprendizaje que en la enseñanza.
Casi todo proceso de enseñanza tiene cuotas de adoctrinamiento y apoya conveniencias particulares que suelen ser ajenas, o incluso contrarias, a tus intereses legítimos y los de tu familia.
Difícilmente un hombre llegue a ser libre si falla en su formación autodidacta.
Ya habrás notado que elegir un proceso de capacitación te exigirá tomar suficientes decisiones trascendentes, con entidad para condicionar tu futuro.
Así que este es el momento justo para tratar las decisiones condicionantes y las potencialmente condicionantes.
Son decisiones condicionantes todas aquellas decisiones que nos permiten saber con certeza, antes de tomarlas, que sus consecuencias nos acompañarán durante extensos períodos de tiempo o de manera permanente.
Ya sé que es imposible reflexionar sobre una definición dicha en un video al que nada le importa y sigue corriendo como loco. No te preocupes, encontrarás la versión escrita en capacitaciondelideres.blogspot.com
Hay una infinidad de decisiones que condicionan el futuro de las personas. Te sugiero que reflexiones cuidadosamente sobre estas cuestiones.
En particular te recomiendo que medites profundamente sobre las decisiones que condicionan tu vida personal y la de los integrantes de tu familia. Ahí es conveniente evitar todo margen de error.
Las decisiones potencialmente condicionantes son aquellas que, eventualmente, pueden condicionar el futuro de quien las adopte o el de terceros, siempre que esas consecuencias aleatorias puedan ser previstas antes de tomar la decisión de que se trate.
Por ejemplo, si pienso en comprar una moto persiguiendo sueños de libertad también puedo prever que estaré asumiendo un elevado riesgo de terminar muerto o amputado.
De la misma manera, si manejo usando el celular, sin ponerme el cinturón de seguridad, después de haber ingerido alcohol o a velocidad excesiva, me debo representar las eventuales consecuencias dañinas que esas decisiones pueden causar, tanto para mí como para terceros.
Muchas de las decisiones potencialmente condicionantes se esconden detrás de decisiones impulsivas que la gente común adopta prácticamente sin pensar.
Y, lamentablemente, en esos casos, basta con que el diablo meta la cola para que cambien sus vidas de manera drástica.
Imaginemos una joven que salió a bailar, discute con sus amigas y resuelve volver sola a su casa, de madrugada, luego de haber bebido copiosamente y durmiendo en un coche de alquiler manejado por un desconocido. El viaje puede terminar bien o mal, pero la decisión en cualquier caso será incorrecta.
Una misma decisión puede tener un doble carácter. Es decir, ser condicionante y, a la vez, potencialmente condicionante.
Los directivos de élite reducen al máximo los riegos propios de este tipo de decisiones.
Suelen usar severos protocolos de conducta, de los que jamás se apartan salvo causas de fuerza mayor.
En especial, se aseguran de cumplir todas y cada una de sus obligaciones en lo que respeta a la atención y el cuidado de sus hijos.
No delegan la dirección y el control de su educación, ni aun cuando sus hijos vayan a una súper escuela. Asumen plenamente las responsabilidades paternas.
Si estás pensando que conoces a mucha gente encumbrada que hace todo lo contrario, estoy de acuerdo contigo.
Yo me refería a los directivos de élite, es decir, a los que han desarrollado importantes cuotas de sabiduría, no a quienes subieron alto a fuerza de pesar poco y tener cierta habilidad para los negocios.
En las próximas entregas hablaré de los tipos de Alta Dirección y las clases de Directivos y lo que acabo de decir cobrará pleno sentido.
Con relación a los protocolos que mencioné recientemente, elaboraré una regla general cuyo uso considero útil para manejar decisiones condicionantes.
Riesgo Profesional, con el que te sientas cómodo. Riesgo Deportivo, medio bajo. Riesgo Recreativo, bajo. Riesgo social mínimo. Riesgo por Ostentaciones, Bromas o Estupideces, cero.
Desde otra óptica, cabe destacar que las decisiones condicionantes son de gran utilidad para conocer a las personas. Basta con que observes como resuelven este tipo de decisiones y obtendrás una gran información sobre ellas.
Como tarea para el hogar te invitamos a que te respondas la siguiente pregunta.
¿Estás dispuesto a convertirte en un directivo de élite o el dinero y el mando te resultan suficientes para estar satisfecho con vos mismo?
Piénsalo.
Hasta la próxima.
Dr. Alejandro Oscar De Salvo.
Abogado
Mentor de dirigentes.
Comprometido con el desarrollo humano.
Correo electrónico: drdesalvo@gmail.com
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